Como te hemos platicado en blogs anteriores, la tempura es una tradicional técnica japonesa de fritura rápida, introducida por los portugueses en el siglo XVI. Se emplea principalmente en verduras y mariscos.
Esta técnica consiste en rebozar con una mezcla de harina de trigo o de arroz, una pizca de sal, una pizca de azúcar y agua fría. Hay muchos que en lugar de agua fría realizan la mezcla con agua mineral o un poco de cerveza, ya que el gas que aportan estas bebidas, hace que su textura sea más ligera y crujiente.
Para que la tempura de nuestros platillos resulte todo un éxito, se debe hacer en abundante aceite y bien caliente.
Los mejores tips para la tempura
La receta para la preparación de la mezcla de la tempura, ha tenido variantes desde su inicio. Muchos le agregan huevo y otros, levadura, todo dependerá de tu gusto. Es una técnica muy popular en nuestros días, gracias a la influencia de la cocina asiática. Ya que nos permite confeccionar una enorme variedad de platos que aportarán un toque especial a nuestra mesa.
Como lo mencionamos anteriormente, los productos principales que se utilizan para rebozar son los mariscos y las verduras, pero también se puede utilizar diferentes tipos de carnes.
Uno de los secretos principales para conseguir una tempura perfecta, es que esta se encuentre lo suficientemente fría y el aceite y el aceite muy caliente. Para ello es recomendable que cuando realices la mezcla, lo hagas sobre un bowl con hielos. Además, el agua o cerveza que agregues a la preparación, debe estar bien fría.
Otro gran secreto es que todos los alimentos que vayas a rebozar, deben ser del mismo tamaño, para que se frían de manera uniforme. También, lo ideal es que sean lo suficientemente pequeños para poder comerlos de un solo bocado.
El aceite se debe encontrar a 180 grados. Si no cuentas con un termómetro para medir la temperatura del aceite, puedes tirar una bolita de la tempura al aceite, si se sumerge, es que el aceite está aún frío y si se mantiene en la superficie, es que ya está listo.
Evita usar aceite de oliva para esta fritura, ya que su sabor es demasiado intenso y les robará protagonismo a los ingredientes. Es preferible usar aceite de sésamo o de girasol. El proceso de la fritura no debe durar más de tres minutos, en cuanto veas que empieza a dorar, lo debes retirar del aceite.
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